AHORA LOS CAMIONES DE CARGA QUE LLEVABAN inmigrantes en las cajas y contenedores rumbo a los Estados Unidos, se mueven en un eje transversal por Nuevo León y Tamaulipas.
No los llevan a la frontera, los llevan a casas de seguridad o a campamentos criminales.
Los ofrecen como mercancía, en algo que es indignante.
Algunos, que no son más de cinco, escaparon de una de esas travesías y llegaron a Monterrey para buscar refugio en alguna de las instituciones que apoyan a los inmigrantes.
Lo que platican es terrible…
Por eso las denuncias de varios líderes de caravanas inmigrantes debieran tomarse en cuenta: «Nos ponen en manos del crimen organizado».
¿Quién?… ¿Desde el gobierno?
Vaya usted a saberlo, pero al menos tienen total impunidad.
DE ESTA MANERA ABATIR A DECENAS DE PRESUNTOS criminales quienes hacen frente a las fuerzas del bien, resulta sencillo porque a esos pobres desheredados les cuelgan armas sin balas.
Los utilizan para distraer a las fuerzas oficiales, los utilizan como carne de cañón.
Hablar de que los capturan y traen 46 balas y dos rifles, es decir que era más fácil que lanzaran pedradas contra la policía o las Fuerzas Armadas.