En una cantina estaban varios batos chupando en la barra, entonces uno de ellos llama al cantinero.
-¡Hey Secundino!
El cantinero se acerca y le dice…
-Ya le dije que no me llamo Secundino.
-Perdóname, pero es que me recuerdas mucho a un tío que se llama Secundino… por favor, ¿me puedes servir una cervecita Indio?
Se la sirve…
Al rato…
-¡Hey Secundino!… trae la del estribo y la cuenta.
-Con gusto, señor Aguado…
-Hombre, te aprendiste mi apellido.
-¡Claro señor Mipito!
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Un tipo se acerca a una muchacha en el escaparate de una joyería.
-¡Hombre qué suerte la mía!… mira, me encuentro una joya hermosa, mirando otras joyas.
La mujer, dueña de un trasero de antología pechos erguidos y desafiantes voltea a mirar al tipo.
-¡Qué creativo!… eres el décimo hombre que me dice lo mismo desde hace media hora que estoy aquí,
El tipo se anuda la corbata….
-Te creo, pero me late que ninguno de esos tipos que te lo dijo, aprovechó para ofrecer que escojas la mejor de todas las joyas, porque te la iba a comprar.
-¡Qué sagaz usted!… ¡le atinó!
-Bueno… pues ¿qué crees?… ¡Yo tampoco te lo diré!
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