Un señor tembeleque llega al consultorio del médico, apenas pueda andar, está todo pálido.
El galeno lo recibe amigable.
-Buen día don Chinto… ¿Qué puedo hacer por usted?
-¿Cómo diche?
-Que qué puedo hacer por usted…
-Puesh ashí de botepronto… ¡si me hichiera el favor de echarse a mi vieja se lo agradechería!
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Otro viejecito llega con un galeno y le dice:
-Doctor… doctor… ¡quiero que me baje la potenchia chexual!
-¿Cómo va a creer don Pichito?… la potencia sexual está en la mente… acá arriba… en la mente.
-¡Por echo!… quiero que me la baje de ahí… ¡y me la ponga en el pilín!
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