El hombre llega a su casa luego de una intensa jornada en la oficina… en realidad le fue mal, las cuentas no salieron, el jefe lo pedorreó enfrente de los subalternos… el sillón se le rompió.
Apenas abre la puerta y su mujer se le va encima, le baja el zíper del pantalón y se pone de rodillas.
El tipo se lleva la mano a la frente…
-¡Jutamare!… lo que me faltaba… ¡chocaste la camioneta!
—-
Estaba el hombre en la oficina, cuando suena el teléfono… es una mujer
-¿En qué le puedo servir?
-¡Tus hijos!… ¡tus hijos han enloquecido!… están por toda la casa, la destrozan… jugaron a las guerritas de comida… la casa es un caos, y no le voy a mover nada porque quiero que veas el desastre.
Se hace el silencio, la señora pregunta…
-Perdón… ¿Exiquio?
-No señora, el señor Exiquio es mi jefe, ahorita se lo paso.
-¡Ay, perdóneme!
-No, al contrario, muchas gracias… ¡apenas iba a aprovechar el almuerzo para ir a comprarle el anillo de compromiso a mi novia!!!