El jueves por la noche comenzaba el terror en la zona de la Huasteca Veracruzana… Poza Rica, Álamo y Tuxpan, además de cientos de comunidades veían sus viviendas anegarse.
El viernes amanecieron bajo el agua miles de personas, desaparecidos que no se incluyen en la cifra oficial.
El sábado aparece el desabasto y junto a la negativa de la gobernadora Rocío Nahle para recibir ayuda externa, los cuerpos de ayuda reportan que elementos federales les impiden llegar con despensas, agua e implementos desabasto ayuda.
No hay víveres en las tiendas… decenas de negocios saqueados dan cuenta de la otra cara de la moneda… los que roban por robar.
Finalmente el domingo aparece la Presidente Sheinbaum en la zona.
Comienza en Poza Rica, en donde cientos de personas están desaparecidas, sus familias lo saben, pero el gobierno los oculta.
Eso le gritan a la mandataria… ¿¡dónde están los desaparecidos?!
Ella intenta hablar… se lleva la mano a la nariz para ordenar a la turba que calle.
No la acompaña Rocío Nahle, la gobernadora… va en un vehículo militar, resguardada por soldados.
La gente no calla…
Toma un micrófono e intenta hablar para sofocar la gritería, es inútil.
El descontento desborda a la gente así como las aguas desbordaron el río Cazones.
«Vámonos… vámonos», le dice a quien comanda el grupo…
«Vámonos».
Y se va mientras la gritería la acompaña.
Cuatro días después la gente se hartó…