Es el rechazo ciudadano, el insulto en su cara, lo único que le preocupa a los funcionarios de la 4T.
Que al apestoso Noroña le reclamen en la sala VIP del aeropuerto, o en la cabina del avión, o en la mesa del restaurante.
De alguna manera los ciudadanos siempre encuentran la manera de fluir, de cobrar… no solamente en las boletas de votación, sino en la vida diaria.
Que se note el desprecio.
Ya que su propia fiscalía, ya que sus jueces de los que se apropian, ya que sus tribunales se encargan de protegerlos, será la ciudadanía la que pueda actuar.
De mostrar que pueden quedar impunes allá en las salas institucionales secuestradas por gente tan corrupta como ellos, pero que ante el ciudadano de bien, nunca tendrán la impunidad.
Son maleantes, y pretenden aureola…
Los ciudadanos se encargarán de colocarle los cuernos.