El hombre va con el sicólogo y le dice:
-No sé qué me pueda dar… ayúdeme por favor.
-¿Qué le ocurre?
-Es que mi esposa se me aparece…
-¿Hace cuánto falleció su esposa?
-¡Nambe!… no se ha muerto la …abrona, pero se me aparece en la cantina, se me aparece en el table… ¡ya no puedo divertirme a gusto!
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Otro va a consulta con el loquero y le dice…
-Doctor, tengo un grave problema… ¡ya no se me para!… bueno, sí se me para, pero cuando amanece y me voy levantando, pero ya en el transcurso del día… ¡nada!, ni con el Himno Nacional.
-Uhhhmmm… creo que lo suyo es el Síndrome del taxista…
-¿Qué es eso?
-Que cuando nadie lo ocupa ahí está jodiendo… ¡y cuando usted se quiere subir, no jala!
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