El tipo aquel, de finísimos modales se sube a un camión urbano y le dice al chofer…
«El de atrás paga».
El chofer lo agarra del brazo y le dice…
-¿Cuál el atrás?… ¡si no viene nadie!
El caballero de finísimos modales se para de puntitas, se da la vuelta y con sus pompis apunta hacia el chofer, entonces suelta un pedito medio chillón…
-¡Ptrrrrrrr!
El jotito mueve su cabeza con coqueta dignidad y le dice:
-¡Quédate con el cambio Chulis!
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Iban dos caballeritos de finísimos modales en un camión urbano.
¡Y sabe usted cómo manejan estos perros!
De repente el camionero se da un enfrenón y uno de los pipiluyos lanza manotazos en busca de algo de qué agarrarse para no caer.
¡Y mofles!… que se pesca del aquellito de un Negrón que iba a bordo.
-¡Ay manita! ¡Mira que si no me agarro de aquí, me caigo!
-Pues así como maneja este desgraciado… ¡hay que agarrarse hasta con los dientes!
-¡Pos bueeeeno!
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