López lleva a su gobierno a los límites del cinismo.
Un gobernador señalado de tener nexos con el narco más buscado… gobernador que en su momento reconoció que tuvo acuerdos con el Cártel de Sinaloa para llegar a su cargo…
Gobernador que sin duda debe estar en la mira de la justicia norteamericana, recibe la visita de López y de la doctora Sheinbaum.
¿A qué fueron?
A organizar un evento de limpia, de lavado de mugre… se llaman próceres, se llaman honestos, se llaman a sí mismos humanistas y luchadores contra la corrupción.
Y lo dicen sin un dejo de rubor… es más, organizan porras y lloran conmovidos.
Se ríen, o intentan reírse del México Pensante que los condena.
En este festival del absurdo, López y Rocha creen que con su palabra basta para limpiar todos sus pecados.
Que el pueblo les cobija… que el pueblo cree en su honestidad a toda prueba.
Este pueblo globero cree en lo que le digan si a cambio le dan 3 mil pesos.
Pero hay otro México, ese México al que le robaron una elección… ese México que tiene la conciencia limpia porque votó por la candidata ciudadana.
Ese México traicionado sí, pero estúpido no.
El rey está encuerado… y se ríe de la ropa de los demás.