Una señora le pide consejo a otra para que su marido fuera sumiso…
-Ay manita, yo recuerdo que el tuyo te pegaba mucho, era muy violento, y ahora es un corderito.
-Mira comita, te voy a dar el secreto, pero cuidado y lo andes contando.
-¡Nunca comadrita! ¡Nunca!
-Mira, tienes que sacar un calzón que hayas usado y lo metes en agua limpia… sacas el calzón y con esa agua le preparas un café, desde el primer día va a ser un corderito.
-Ya verás…
A los dos días se vuelven a encontrar las comadres y la que iba a hacer el experimento traía un ojo amoratado…
-¿Qué pasó comadrita?… ¿no usaste el agua de calzón?
-Sí comadre, tal como dijiste…
-¿Y luego?
-Pos es que se encaboronó… ¡porque le salió un frijol en el café!
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