¿Y qué se podía esperar de traer una constructora favorita de López Obrador a ganarse los 30 mil millones de pesos iniciales para las obras del Monorriel?
A veces ni siquiera es necesario meterse a la historia remota…
Esa misma constructora se encontraba todavía en proceso de construcción del Tren Maya… ¡la mismita!
Allá realizó la obra sin un Proyecto Ejecutivo, porque López dijo que le dieran… porque López ignoró todos los amparos que se interpusieron y se ganaron para evitar la depredación y el daño ecológico.
Acá la cosa vino igual… no hubo Proyecto Ejecutivo, les importó melgas meterse a zonas protegidas como el lecho del río Santa Catarina.
Para el Tren Maya se obviaron los obstáculos naturales y los no naturales… se metieron por donde quisieron.
Para el Monorriel, fue lo mismo…
Allá clavaron columnas al interior de cavernas sagradas… de cenotes sagrados en donde fluye la historia ancestral de los mayas… pero como los mayas no son su pueblo favorito, por ser precursores del conocimiento, ¡dejó que se los cargaran!
Acá clavaron columnas al interior de cavernas no tan sagradas, más bien bastante profanas por donde fluye la historia ancestral de los intestinos regiomontanos… y como nosotros no somos su pueblo favorito, ¡dejó que nos cargara la tristeza!
Lo del Tren Maya no se va a pagar, porque la obra fue ordenada por López.
El caso es que en Nuevo León, López solamente se lleva el billete pero le deja al gobierno el problema… ¿cómo vas a arreglar ese broncón?
Nos vamos a inundar… el costo del Monorriel se dispara.
A fin de cuentas, y a la luz de la historia, le hubiese convenido más pactar con el PRI y el PAN aunque le pidiesen dinero, ¡harto dinero!… a fin de cuentas, López también se llevó el dinero y solamente nos dejó su buen nombre que brota por todos lados cada vez que llueve y el drenaje perforado lo deja en libertad…
No olviden al Cacas…
