A NIVEL NACIONAL, EL DESAFÍO DE LOS GRUPOS del Crimen Organizado sube de tono y de nivel… están en la tarea de calentar al país con actos, que en otros lugares serían terrorismo.
Es violencia sin sentido, sin objetivo, pero con la idea de matar a cuantos inocentes puedan.
Así pasó en Chiapas, así pasó en Querétaro, así pasó en Tabasco… ahora pasa en Guanajuato.
Los ciudadanos comunes son los rehenes de esta violencia que no tiene freno y que cuenta con la ventaja de que puede moverse por donde quiera y hacia donde quiera.
No van a detenerse, y parece que el gobierno federal no tiene cómo detenerlos.
Lo de Sinaloa es apenas un esbozo de algo que solamente van a lograr con ayuda extranjera… ya no se trata solamente del Ejército, o de la Marina.
Se requiere Inteligencia de la que aquí no hay, porque López Obrador la desmanteló.
Y MIENTRAS ELLO PASA EN OTROS LADOS, EN Nuevo León la Presidente llega para tener una junta de seguridad, en la que con todos los datos sobre la mesa, con todas las evidencias de la participación de elementos políticos en contubernio con criminales, dejaron todo para después.
Se veía venir una Operación Enjambre en Nuevo León y Tamaulipas, y de repente todo se detuvo.
Si los gringos presionan para que el gobierno mexicano les destruya los laboratorios de fentanilo a las bandas… si saben en dónde se ubican a partir del Valle de las Salinas… si saben quiénes en esa zona están coludidos… ¿Por qué detenerse?
¿Quien presiona para proteger a los criminales?
No hay muchos con esa capacidad.
