Uno de los absurdos monumentales que haya inventado gobierno alguno de cualquier nivel, es perseguir a los ciudadanos.
Sea por aspecto… sea por origen… sea por las placas de sus autos.
Monterrey está a menos de 70 kilómetros de territorio coahuilense… a 150 kilómetros de territorio tamaulipeco… a 200 kilómetros de territorio de San Luis Potosí.
¿Qué tendría de extraño ver placas foráneas en sus calles?
El viejo cuento de los motivos de seguridad es una mamarrachada del tamaño del mundo… ¡una auténtica mamarrachada!
A ver…
Todas las patrullas están equipadas ahora con una computadora… están ligadas a un c4… o un C5…
Tienen acceso inmediato a la famosa Plataforma México en la que se registran vehículos robados.
El c4 de Monterrey, por poner un ejemplo, ha detectado autos robados que circulan por nuestras calles y genera acciones inmediatas para detención y captura.
No tiene chiste…
¿Entonces cuál es la seguridad de joder al automovilista con placas foráneas?
¿Cuán es el pretexto para violar el Articulo 16 Constitucional?
¡Ah!… generar miedo entre los propietarios locales de autos con placas foráneas para llevarlos a pagar sus derechos e inchar las arcas de la Tesorería.
¡Jódelos a ellos porque necesitamos dinero!
Como siempre… si la Federación requiere dinero, inventa impuestos a los refrescos embotellados, a las ganancias en los casinos, a la compra de videojuegos.
Si el gobierno estatal necesita dinero, inventa cacería de autos con placas foráneas…
Y lo único que haces, es abrir la puerta inmensa al reino de la extorsión.
Como siempre, ellos se sacan ideas de la masa de nixtamal que tienen en lugar de masa encefálica, y lo único que se le ocurre es fregar al ciudadano.
¡Y vaya que lo hacen bien!
Bueno sería que los alcaldes metropolitanos se pronunciaran para ver si serán cómplices de este absurdo monumental.
Digo…
Porque supongo que todos tienen ganas de estar en alguna boleta en el 2027.