Tan enamorados de la democracia, los gringos no están peleados con las dictaduras.
Fueron muy felices con Pinochet, a pesar de las atrocidades en materia de persecución política.
En cambio, no se convirtió en un problema para los gringos y terminó por ser un eficaz aliado.
Les molesta en cambio la dictadura cubana, pero sobre todo la venezolana.
¿Por qué?
Porque generan condiciones que alteran la vida gringa.
Crímenes contra negocios americanos; oleadas de migrantes: tráfico descontrolado (y pongo énfasis en la característica) de drogas y sustancias tóxicas.
No es eso lo que quieren del otro lado.
No tendrían problema con una dictadura en México… tienen problema con una dictadura populista basada en el poder del crimen organizado, que además se apodera ya de regiones del otro lado.
Claudia intenta ser la dictadora aprobada por Estados Unidos, pero actúa como Nicolás Maduro…
Quizá, como dijo doña Zopi… «No le sobra la inteligencia»,
Porque lleva el país justo a donde Donald Trump buscará vestirse de gloria con una invasión que será aplaudida por los temerosos americanos, asustados por los criminales que ahora rondan sus casas.