La Doctora Sheinbaum cree que girar instrucciones es resolver un problema.
Ya giró instrucciones para que las dependencias encargadas hagan qué funciones los albergues para inmigrantes.
Lo que no ha girado es su mona cabecita con el ridículo sombrero que evoca a la esposa de Trump, para ver cómo están esos albergues.
Solo un montón de colchones tirados en el suelo de un enorme galerón.
Los baños serán portátiles, debo pensar, porque ahorita no hay… ¿y la cocina?
Si se quedan será un foco de inmundicia…
Pero por el sitio en donde decidieron poner el de Nuevo León, pareciera que le llevan mano de obra a los cárteles del crimen organizado.
La ciudadanía está seriamente preocupada por el tema… le tiene miedo a los inmigrantes.
No quiere verles vagar por sus calles o encontrarlos en calles o en cruceros.
La doctora ve en ellos, quiero suponer, futuros votos a favor.
La ciudadanía ve una amenaza.
Los empresarios ven mano de obra, pero nadie vincula a los migrantes con fuentes de trabajo formal.
Hasta ahora, lo único que funciona es el área de compra de colchones.
Lo demás es puro discurso de la doctora y pura incertidumbre de la ciudadanía.