LA GUARDIA NACIONAL se ha dedicado a requisar toda la tuna que viene de la población Pinos, en San Luis Potosí.
Nadie sabe el destino que le dan a la fruta, pero algunos sospechan que la revendan en mercados de la capital potosina.
El tema es que los guardias ni siquiera otorgan algún documento que ampare la mercancía que se llevan.
Porque un problema grave es el que los productores se quedan sin los ingresos producto de un año de trabajo…
El otro es la corrupción cada vez más rampante en la Guardia Nacional que se volvió un azote en las carreteras.
LAS ANTIALCOHÓLICAS EN Allende se volvieron anecdotarias.
Van de a tiro por viaje y a todo mundo le ha tocado o le va a tocar