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Las benditas herencias…

Picture of Por:  Red Crucero

Por: Red Crucero

Publicado el 6 de octubre de 2025

Carlos El Negro Sansores Pérez, era un politicazo… chicharronero, es cierto, pero hábil para moverse en los estanques de pirañas, diestro en el arte de la declaración que guiaba a las oposiciones a los abrevaderos del viejo PRI.

Hace algunos años, dos décadas para ser más preciso, llevar el apellido Sansores significaba garantía de calidad política, hasta que apareció Layda.

La gobernadora campechana, priísta algún día, que se negó a votar a favor del incremento del IVA al 15 por ciento en medio de la madre de todas las crisis -la de 1994-1995-, terminó por migrar al PRD y de ahí, todo fue caer y caer en cuanto a calidad; pero subir y subir en oportunidades, en un régimen que premia complicidades y le importa un bledo la capacidad.

Es gobernadora, sí… pero da pena, y ella hace el ridículo periódicamente con sus danzas quesque autóctonas… quesque exóticas… y sus revelaciones propias de un show de chismes del espectáculo.

ALFREDO DEL MAZO era hijo de Gobernador del Estado de México, llegó a crecer políticamente en tiempos de López Portillo y De la Madrid, bajo la mano rectora de Carlos Hank González.

Era esa clase generacional de políticos educados en el extranjero, ataviados en trajes caros y cuidadosos del aspecto personal… un galán.

En 1988 estuvo a nada de ser candidato a la Presidencia de la República en lugar de Carlos Salinas de Gortari; de hecho lo destaparon en falso y aguantó candela para no salir a la confrontación.

Con él y otros, el Grupo Atlacomulco se convirtió en el Grupo de Grupos; el más poderoso políticamente en el país.

Ser Del Mazo era símbolo de fuerza política y lealtad… hasta que apareció Alfredo III, Alfredito… Tercer gobernador en la historia del Estado de México en portar ese nombre: Alfredo del Mazo.

¡Pobre muchacho!… lo exhibieron en aquel montaje del trenecito al AIFA… lo exhibieron en eventos de la 4T y al final, terminó por traicionar a su partido y abrir la puerta a Delfina Gómez como gobernadora, para que hiciera del Estado de México el gran retrete del Valle de México.

Alfredito además terminó enlistado en la 4T para vergüenza de sus antepasados.

Los apellidos, queda en claro, no son garantía… el talento no siempre se hereda.

Va pues para que los Colosio, las Clouthier, la Beltrones… comprendan que la grandeza de sus padres no asegura la grandeza de ellos y ellas.

Pueden forjar una cadena de calidad como los Reyes Heroles o los Silva Herzog… o pueden terminar como los Monreal.

A veces es mejor retirarse y dejar el legado intacto.

 

 

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