El que soñaba terminar como Salvador Allende, puede terminar como Díaz Ordaz.
En 14 años de estudios en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, no estudio historia, ni indagó en el corazón del movimiento del 68.
Aquel legendario movimiento comenzó en una prepa…
En 2024, López se mofa del movimiento estudiantil de la UNAM en contra de la Reforma Judicial, porque dice, solamente es en una facultad.
En 1968, Díaz Ordaz acusó a los jóvenes de estar manipulados.
En 2024, López les dice que están manipulados… pero además les dice ignorantes.
Los jóvenes, acompañados por estudiantes de otras facultades, por abogados, por ciudadanos, por trabajadores del Poder Judicial, tomaron las calles y bloquearon la Cámara de Diputados.
Su primer triunfo consistió en hacer que los diputados de MORENA huyeran… que tuvieran que sesionar en una sede alterna.
¡Una sede alterna!, algo que López había dicho hace poco que era indigno… «Nosotros nunca lo vamos a hacer».
Si tuviera que tragar todas las palabras a las que luego traiciona, López pesaría 350 kilos.
Los muchachos siguen allí…
Alfonso Martínez Domínguez dijo alguna vez… «No hagas que los estudiantes tomen las calles, porque no podrás regresarlos a las aulas».
López no lo sabe, pero este movimiento va a crecer, más allá o más acá de la Reforma Judicial… los muchachos ya tienen una causa, y su causa es libertad, libertad que López quiere arrebatarles con sus reformas de venganza.
Si usa al Ejército o usa a «su ejército» de narcoforajidos para reprimir a los muchachos, habrá cometido un gravísimo error histórico.
Uno que lo pondría, no al lado de Juárez ni de Hidalgo…
Lo pondría al lado de Díaz Ordaz.
