En la lucha político criminal hay dos vertientes que ahora mismo están en juego.
1.- La guerra en contra del Cártel de Sinaloa, provoca en el gobierno de MORENA un grave perjuicio en su operación electoral.
Bajo las condiciones actuales, si el grupo criminal sinaloense deja de operar a favor de la 4T, MORENA no vuelve a ganar una elección.
De ese tamaño es el problema.
La manera en que ese grupo criminal operó a favor de MORENA ya fue documentada con testimonios presentados ante cortes internacionales.
Si el crimen, sin el narco, MORENA no gana.
2.- Ante esa realidad, los sabios operadores de MORENA deciden que entonces la lucha electoral se debe ir hacia la arena de las reformas.
Controlar al INE por completo, desaparecer al actual modelo del Trife y desde luego, acabar con la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Si no vuelven a ganar una elección por la falta de operación de los cárteles de la droga, entonces las ganarán con la operación de los órganos electorales, como lo hicieron en la reciente elección presidencial.
Por eso la lucha frontal y definitiva para acabar con el Poder Judicial… y los tribunales electorales.
El problema para la 4T no son los partidos entreguistas… queda en claro, su problema es la ciudadanía que no se aplaca del todo.
Son las protestas que superviven, a veces con más, a veces con menos fuerza.
Para acabar con ese problema ciudadano utilizaron al crimen… pero si el crimen se les aparta como socio político-electoral-criminal, entonces deberán controlar los organismos de transparencia y de legitimidad judicial.
En eso andan ahora…
Mire usted lo bizarro que es el mundo; ahora el narco pudiera convertirse en una nueva oposición…
Una narco oposición que jamás pudiera trabajar desde el lado ciudadano, aunque pudiera disfrazarse… pero que por propia supervivencia, luchará con más recursos en contra de la 4T.
¡Cosas veredes Miocid!