loader-image
2:43 AM, Mar 15, 2025

Noticias

Los ciudadanos-políticos… historia de fracasos

Picture of Por:  Red Crucero

Por: Red Crucero

Publicado el 17 de octubre de 2024

Las redes sociales permiten a la ciudadanía expresarse, y lo hace de mil maneras.

Expresarse es lo que mejor hacen los ciudadanos.

El tema es que luego de expresarse, los caminos se bifurcan.

Una gran cantidad de ciudadanos creen que lo siguiente es ganar espacios en el ejercicio político: Lograr regidores, diputados, alcaldes… y algún día gobernadores y presidentes ciudadanos.

Mi hipótesis es que nunca se logrará.

Los ciudadanos no pueden ser funcionarios. Si se vuelven funcionarios dejan de ser ciudadanos.

Los ciudadanos son valiosos cuando son ciudadanos… los ciudadanos pueden cambiar la manera de ejercer la política si son buenos ciudadanos.

Si se vuelven políticos, juegan de visitantes en una cancha hostil… y pierden por paliza.

Los políticos, por estrategia juegan a que admiten ciudadanos, y el resultado es lamentable.

He visto pasar a un pastor evangélico convertido en diputado y luego venderse al mejor postor.

He visto a un par de ciudadanas llegar a diputadas y luego gritar desde la tribuna la corrupción de la otra… ante el regocijo de los políticos profesionales.

Y así seguirá.

Los ciudadanos en las redes sociales son valiosos.

Los ciudadanos en las calles son terroríficos para los políticos.

Por eso los políticos envían caballos de Troya a los grupos ciudadanos, para convertirse en pequeños guías que los llevan a las fauces del lobo.

Los fracasos desmoralizan.

Así ocurrirá con la idea de crear un Partido Marea Rosa… así ocurrirá con la idea de incluir a ciudadanos en la lista de candidatos…

No tiene sentido.

Los ciudadanos son valiosos mientras sean ciudadanos, mientras exijan, mientras acudan… mientras se presenten en los Congresos, en los cabildos… en los eventos del gobernador.

Pero el sistema político que se pelea entre sí, tiene al menos un acuerdo: Llevar al ciudadano con la zanahoria atada a una caña de pescar… la zanahoria de alcanzar, de conquistar regidurías, diputaciones… gubernaturas.

Kumamoto y Jaime Heliodoro son la prueba de ello.

Los ciudadanos que se vuelven político, se convierten en el mayor escarmiento.

 

Otras Columnas