LA LLEGADA DEL ALTO COMISIONADO PARA LA seguridad en Nuevo León, ha provocado desde hace dos meses, una descomposición entre los grupos criminales.
Especialmente porque tomó el control de los retenes, allí donde cobraban todos… ¡todos!, desde federales a municipales, desde hediondos hasta pretendidos hediondos.
Esa lanita ya no llega, que para darles una idea, en el caso del huachicol representaba ordeñar a unas 3 mil pipas diariamente.
Hay algunos maleantes afines a la 4T, pero no necesariamente afines al actual gobierno, en pocas palabras parece que reciben instrucciones desde Tabasco.
Ellos intentan colocar cabezas de playa en varios municipios vitales para sus negocios, pero también para el negocio electoral.
Sin embargo, no hay manera de lograr que los hediondos operen electoralmente si no tienen dinero para financiar sus actividades.
Así, ahora lo que buscan es quedarse con negocios ya bien definidos, negocios seguros y llegan a tratar de tomarlos.
Se hace la pelotera y cada uno intenta sacar ventaja.
SUFREN LOS NEGOCIOS QUE ESTÁN RELACIONADOS con algunas actividades criminales y que requieren de la protección o del cobro de los hediondos.
Lo malo es que ahora todos le quieren cobrar al mismo, lo mismo por el paso de huachicol, que por el paso de droga… que por actividades fiscales.
Esto inclusive genera presiones para algunos alcaldes, cuyos elementos de policía o de tránsito tenían a cuota a los que transportan huachicol, y ahora empiezan a ser desplazados por hediondos.
Repito, esta descomposición provoca ya enfrentamientos entre apestosos… provoca acciones de distracción… provoca un clima de inestabilidad en el cuadro de los acuerdos apestosos.
