Y resulta que Adán Augusto acusa a Monreal de clavarse algunos cientos de millones de pesos cuando fue líder del Senado.
Los dos líderes legislativos que operaron las reformas que dan forma a la dictadura morenista, pelean como ladrones de barriada por el reparto del botín.
Su jefa la Presidente dice que eso no es tan importante.
Claro que no…
Si la acusación fuese contra un líder opositor la doctora especialista en estufas de leña hubiese hecho del tema un eje de su Mañanera.
Tal como lo hizo contra el dirigente nacional del PAN recién electo, a quien le revivió una declaración en su contra de 15 años atrás.
Los bandidos morenistas son nada más partícipes de «asuntos sin importancia».
La Presidente, al igual que su antecesor, condena y exime a su gusto o conveniencia.
Esa película ya la vimos…