CON UNA ACTIVIDAD CRIMINAL QUE SE DISPERSA, lo que ahora hacen autoridades federales y estatales en Nuevo León, es administrar la inseguridad.
No combaten a los hediondos desplazados desde la frontera, solamente los controlan en espacios determinados.
¿Cobrar piso?, bueno, pero solamente a negocios que se dedican a la venta de alcohol, que tienen actividades que transgreden reglamentos municipales, las que no tienen licencia o las que operan de manera clandestina.
A ver si les alcanza, porque estaban acostumbrados a mucho más…
DESPUÉS DE ELLOS, NO MENOS DE 12 pandillas de hediondos quienes se mueven por el sur del Estado… que pegan hasta Santiago… que se dispersan en el poniente del área metropolitana, y de las cuales, apenas dos otras suelen dar golpes en los municipios importantes de la metrópoli.
Pero no se quedan…
En los municipios grandes: Monterrey, San Pedro, San Nicolás, Escobedo, Guadalupe y Apodaca, las actividades violentas tienen que ver en mayor escala con asuntos de lavado de dinero, de temas financieros y de control de zonas de acción.
Guadalupe y Apodaca tienen todavía pugna por el control del narcomenudeo… en Juárez son pleitos de pandilla.
Con todo ese mapa, todavía no se ve una estrategia real para combatir o para controlar por completo al hediondaje.
Puede ser que no le sepan… puede ser que no quieran.
