«No se confíen», dijo la Presidente…
«No se confíen» es muy diferente a «la elección es un mero trámite».
Tenía razón el sabio Máynez cuando soltó su frase lapidaria: «Vamos a ver cómo deja Trump a MORENA».
No tanto por la imagen, o porque los descubrimientos del campo de exterminio de Teuchitlán haya sido un golpazo que desmoronó la confianza en MORENA.
En realidad, la fuerza de la clase media en el 2024 provocó que la 4T tuviese que implementar un fraude monstruoso, que involucró a los propios partidos opositores.
«No se confíen» es interesante, porque de aquí al 2027, si los gringos en realidad actúan, pudieran desmantelar la fuerza medular que tienen los morenos para ganar elecciones: Crimen organizado.
En el 2024 los criminales actuaron con menor eficacia, al menos los criminales con armas de fuego; por eso debieron actuar los criminales de lápiz y papel; los que contaron lo que quisieron contar y los que permitieron alterar las actas de votación para que dijeran algo muy distinto a lo que decían los sufragios emitidos.
«No se confíen» es la advertencia de que por lo menos, las cosas no están tan seguras como esperaban.
Que los ojos gringos incomodan.
No es una sentencia, queda claro… pero la Presidente sabe mejor que nadie que la deliciosa miel que sus labios probaron, de ganar sin ganar, de mover las mayorías al antojo del vejete ladrón, eso se desvanece.
No tienen la misma libertad de acción, o al menos eso parece.
Sí, es lamentable decirlo, pero: Trump es la esperanza de México.