Quienes lo conocimos, nomás de refilón, supimos que el maestro Reyes Heroles fue uno de esos hombres sabios que nacen de vez en vez en este país…
Su frase que más me impactó: «En este país, para que ocurran las cosas, se requiere de una muy pequeña verdad jurídica, y de una Gran Voluntad Política».
Pues bien…
Cada año se cumple indefectiblemente, y gracias a la 4T, la verdad jurídica es cada vez más pequeña, y la Voluntad Política lo mueve todo.
El Gobernador Samuel García opera en contra de esa verdad, plasmada en tiempos en los que él jugueteaba feliz en un cacahuate.
Pero eso no quiere decir que haya perdido vigor.
Samuel intenta por la vía jurídica, amparado en una enorme verdad jurídica, imponer en Nuevo León la obligación de que solamente vayan mujeres por las candidaturas a gobernador y a ciertas alcaldías.
Y me refiero, no a que tenga razón jurídica, pero tiene motivos jurídicos… además de su propia Voluntad Política.
Lamentablemente su Voluntad Política no basta.
La Voluntad Política que ha de imponerse es la de la Presidente, o la de quien tenga el control sobre ella o sus decisiones.
Por tanto, es inocuo que el Gobernador de Nuevo León, empeñe todo su esfuerzo en un proceso jurídico que estará siempre sujeto a la Voluntad Política del ente superior… un ente que no tiene ganas de que un gobernador pueblerino le diga cuáles van a ser las reglas de un juego que no le pertenece.
En pocas palabras, Samuel debería invertir el proceso…
Primero vaya y gánese la Voluntad Política de quien va a decidir… no juegue a suponer que como es mujer, apoyará la propuesta que tú llevas.
Y para eso, se necesita muchísimo más que un enlace a la Mañanera para arrancar las obras de un tren que quién sabe si alguna vez arrancará de verdad.
Se requiere astucia política… inteligencia fría… poder de convencer…
Simple estrategia, que es un bien escaso en tiempos del chilerismo.
