Decía el ranchero…
-De lo único que me arrepiento es de no haber escuchado el consejo de mi padre cuando cumplí mis 18 años…
-¿Y qué le dijo?
-¡Pos no te digo que no lo escuché!
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El muchacho andaba con su padre en la labor, y de repente el mozalbete le dice al papá…
-Oiga apá… ya me quiero casar.
-Espere tantito mijo…
-¿Cuánto apá?
-Pos de perdido espere a que el chile le llegue a las rodillas…
Al chamaco se le ilumina el rostro y de volada se baja el pantalón…
-¡Uy apá!… ¡desde hace rato me cuelga hasta las rodillas!
El papá le mete un moquete…
-¡El chile que acabamos de sembrar güerco zonzo!
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