Hay algo que me hace pensar que sería fabuloso que la Reforma Electoral le quite a los partidos la entrega de prerrogativas para su manutención.
De acuerdo, es un falso arranque de austeridad, es un intento por acabar con la oposición.
Sin embargo, para algunos partidos puede ser la oportunidad de resurgir… concretamente el PAN.
Hay quienes olvidan que el único partido que se negó a recibir dinero público durante mucho, muchísimo tiempo, fue el PAN.
Sobrevivió y creció en el ánimo ciudadano gracias a los empresarios que le inyectaban dinero limpio y a que realizaban rifas de autos que colocaban en la avenida Morelos.
Cada comprador de un boleto sentía ser parte de una lucha por la libertad y la democracia… en contra de la corrupción.
Así, los mejores hombre y mujeres se acercaron al PAN… e hicieron del PAN un partido de ciudadanos.
Cuando llegó el dinero llegaron los gambusinos en busca del oro del dinero público.
Se fueron los empresarios y a nadie le dolió, porque ya estaban en los controles de algunos municipios y se bañaban con los recursos del erario.
El PAN desdibujó, perdió la esencia que le daba sentido, perdió a la ciudadanía.
Aún recuerdo a los ciudadanos que abarrotaban la Macroplaza inconclusa tras el fraude del 85… eran solamente ciudadanos, ciudadanos de todos los estratos, ciudadanos quienes bajaban de un camión urbano… que llegaban en sus autos.. que exigían democracia.
Todos ellos se volvieron fantasmas, recuerdos, nostalgia.
Si alguna oportunidad tiene el PAN de resurgir es volver a a sus orígenes ciudadanos…
Que los empresarios vuelvan a inyectar dinero.
Pero no los veo inyectar un centavo con Raúl Gracia y su pandilla de hombres y mujeres leales y sumisos…
No los veo apoyar con un bolillo a la cena de los bandidos.
A lo mejor, cuando les quiten el dinero, el partido va a perder el encanto que atrajo a los depredadores.
Sin dinero, baila el perro…
