Queda en claro que a la doctora Presidente se le van las cabras al monte…
No en cuestión de que pierda la razón, sino de que pierde el control de su rebaño.
Porque el mismo día en que ella trata de suavizar las cosas con el vice secretario de Estado de los Estados Unidos, para demostrar que México no alienta las manifestaciones violentas, una insigne funcionaria morenista publica una elegía al alebrestado migrante mexicano que bandera mexicana en mano desafía a la autoridad gringa…
El mensaje de tan insigne dama no pudo ser más inoportuno: «Métanse mi visa por el culo».
Y luego Noroña…
Agregue usted los mensajes pagados y pautados en redes sociales morenistas a favor de los revoltosos.
¿Y la presidente?
¿Quién le hace caso?
Ahora que los gringos la acusan textualmente en las redes de Trump de «defecar sobre la soberanía norteamericana», ahora que es ella la acusada, y no un gobierno en general…
¿No lo entienden los chairos?
Supongo que si ella quisiera pleito con los gringos, para nada iba a necesitar que le ayudaran.
Pero en este país de caudillos, la señora no asume el cargo de caudillo porque al parecer no llena los zapatos.
Y se lo hacen sentir…
El rebaño le desobedece, el rebaño sigue a su propio pastor.
¿No se siente sola, señora?