El bato aquel llega con su amigo quitándose la camisa.
-¿Tú sabes chino compadre?
-Así es compadre… viví 20 años en Beijing.
-Es que le ando cayendo a una chinita que está bien buena… ¡ya casi acepta dármelas! Me pidió que me tatuara su nombre en la espalda, pero en chino…
-¡Ahhhh! ¿Y?
-Pues que acabo de ir a hacerme el tatuaje… en la espalda… quiero que veas a ver si está bien escrito.
El bato termina de quitarse la camisa y se pone de espaldas a su amigo…
-¿Cómo ves? ¿Está bien escrito?
-¿Lobelta?
—
Un equilibrista chino del circo que llegó al pueblo llega con un médico a que le revise el pizarrín…
¡Alambre!
Lo traía todo lleno de cortadas.
-¡Válgame San Cuilmas!… cuántas heridas… ¿a qué se debe esto?
-Es que… ¡el comevidlio e’ malicón!