Un clásico…
El hombre llega a su casa, se quita la ropa, se pone la pijama y antes de meterse en la cama busca sus pantuflas para ir a hacer pipí…
¡Y nada!
Que abajo de la cama hay un tipo en canicas.
Furioso el señor se endereza y encara a su mujer…
-¿Me puedes decir que jijos de la retiznada hace ese hombre desnudo debajo de la cama?
La mujer, muerde la sábana y dice…
-Debajo de la cama no sé… ¡pero arriba ma-ra-vi-llas!
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Aquella mujer estaba dándole duro y macizo con un negrazo, cuando de repente… ¡madres!, se escucha el ruido de la llave al abrir la puerta del departamento.
-¡Mi esposo!, grita ella.
El tipo se asoma a la ventana, ¡25 pisos!, ni loco.
La señora medio se viste y el negrón encuerado da vueltas como trompo; entonces la señora tiene una gran idea.
-¡Rápido!… quédate quieto como una estatua… ¡quieto!… que piense que eres una estatua.
El negron se queda quieto y cuando el marido entra, dice…
-¿Qué fregados es esto?
-¡U… u… una estatua que compré en un bazar!… es muy realista.
-¡Muuuuuy realista!… mucho.
El marido muy incrédulo mira al negrazo y le da vueltas… va a su clóset y saca una vara de aluminio flexible…
-Mmmmm… vamos a ver si de veras es una estatua.
Y le suelta un varazo en la espalda, y el negro hace ruido con su boca…
-¡Tzíiiiiiiiin!
El marido menea la cabeza…
-Mmmm bueno, suena como metal… vamos a ver aquí.
Y le suelta un varazo en las piernas… el negrazo hace el mismo ruido.
-¡Tzíiiiiiiin!
Se rasca la cabeza el marido, y finalmente ve el pizarrín-pizarrón del negro… ¡Aquí mero!
Y le mete un varazo ahí… el negro hace un tremendo esfuerzo por no encogerse y hace el mismo ruido…
-¡Tzínnnnnnnn… ga tu mare!
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