Dos mujeres están en la sala de espera del ginecólogo, y para matar el tiempo se ponen a platicar del tiempo que les falta… de cómo van a llamar al chamaco.
Y como tardaban en llamarlas, platicaban de cómo fue que se embarazaron.
-Pues yo fue por una apuesta…
-¿Cómo?
-Mi marido es muy apostador, y esa noche me dijo… vamos a hacerlo sin preservativo, y te apuesto a que la saco antes de que termine.
-¿Cuánto?
-Diez mil pesos…
-¡Válgame!… y por lo visto no la sacó antes…
-¡Mi amor!… por 10 mil pesos… ¡De indeja lo dejo salirse!
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En la sala de espera de un dentista, un tipo estaba desesperado porque le dolía la muela, y gritaba desesperado.
-¡Por favor… por favor!… ¡déjenme pasar primero, porque ya no soporto este dolor!
La recepcionista mira la libreta de citas y le dice:
-Pues mire, hay dos personas delante de usted, el señor Evodio y el señor Ovidio… ¿y cómo dice que se llama?
-Vergara… ¿no le parece una señal?
-¡Usted por delante señor Vergara!
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