Las muchachas aquellas iban en una carreta, tirada por dos hermosos caballos…
De repente la carreta toma un camino distinto al que ellas pensaban que debía seguir.
Los dos jinetes que acompañaban la carreta las hacen bajar del vehículo.
Una de ellas muy asustada, protesta.
-¡Oigan!… ustedes dijeron que nos iban a llevar a unas fiestas patronales.
-¡Mesmamente!… eso dijinos…
-¿Entonces por qué nos traen a este oscuro y desolado paraje?
-¡Pos porque aquí mismo vamos a hacer las fiestas patronales!
-¿Aquí?…
-Sí mi chula… es una fiesta… patronales… ¡pa tronales el chicampiano!
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El compadre le reclama a su compa…
-Oiga compadre… le pido de favor que no me ande fisgoneando cuando voy a tirar la piedra.
-Perdone compadre… es que nomás era pura curiosidá.
-¿Curiosidá de qué?
-Pos siempre tuve la idea de que usté sufría distreñimiento…
-¿Y eso qué?
-Pos que jui a asomarme porque me dije… si el compadre batalla, pos aprovecho pa decirle que su caballo agarró pal monte… ¡Y así por lo menos se caga del coraje!
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