Pos nada, que las muchachas que viven arriba, estaban hoy abajo… ¡ah qué muchachas éstas!
Ya les dije que cuando se quieran bajar me avisen ¡no se vayan a caer!
Pero güeno, nosotros a lo nuestro…
Un señor llega a las oficinas del Registro Civil y le dice a la encargada…
-Señorita, quiero cambiar mi nombre… o mejor dicho, mis dos nombres.
-Mmmmh… muy bien, le puedo ayudar con eso, pero el sistema me exige que responda a la pregunta del porqué se lo quiere cambiar.
-Es que esos nombres me los puso mi mamá en honor de mi padre… y la verdad… pues yo no quiero honrar así a mi padre.
-¡Qué bárbaro señor!… a lo mejor con ese pretexto el sistema no se lo va a querer cambiar… digo… si es un nombre que le puso su mami para recordar a su padre…
-¿Y si le pone que me llamo Talegón Hulero?
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¡Nooooo pos sí!
Digo yo, a veces los papás se pasan en su buen afán con uno.
Me recuerda el caso del señor aquel que le dice a su esposa, cuando ve a su niño de cinco años.
-¡Ay qué feo niño hicites Prudencia!
-¿Feo?… ¡pero si es tu vivo retrato, Nicanor!
-¿Mi retrato dices?
-¡Tu vivo retrato!
-Pos ya que ibas a hacer mi retrato ¡hubieras ponido el flash!…
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