El niño llega corriendo con su mamá, al regreso de la escuela.
-Mami… mami… ¿tú sabes porque tenemos dos huevitos?
La mamá siente un escalofrío que le recorre la columna vertebral…
-¡Ejem!… ay mijito, pregúntale a tu papi.
Corre el chamaco con su padre…
-Papi… papi… ¿sabes porqué tenemos dos huevitos?
El señor voltea a ver al niño… frunce el ceño… luego voltea a ver a su esposa…
-Oye Refugia… no mames… ¡apenas ayer te compré te compré dos tapas!
—
El padrecito está dando la misa, cuando un bato pasa por en medio del pasillo de la iglesia con varias tapas de huevo…
-¡Huevos… huevos… cincuenta pesos la tapa… huevos!
El padrecito interrumpe la homilía y mira en derredor.
Entonces, muy molesto le dice a la feligresía…
-¡Sáquenme a ese de los huevos!
El bato se detiene…
-¡No, no!… mejor de la manita… o mejor yo me salgo solito.
—