En m0mentos de crisis, Kalimán le decía a su escuder: «Paciencia y serenidad, pequeño Solín.
Paciencia y Serenidad…
Ante la cierta amenaza de los aranceles.
¿Así nomás? ¿Paciencia y Serenidad?
No hay reunión con los exportadores para darles alternativas.
No hay resoluciones para apoyar a quienes buscan otros mercados… no hay estrategia para cargar juntos ese bulto.
Paciencia y Serenidad…
A sentarse, a esperar a que Trump se toque el corazón que no tiene.