Llegó un bato a presentar su examen de manejo al Instituto de Control Vehicular…
Lo pasan a una salita, apagan la luz y ponen unas letras en la pared para que repita qué letra es cada una.
-A ver… esa que dice es la pe de perro.
-No señor, es la be de bueno.
-¡Achinga!… es que le vi la pancita pal frente y la tenía atrás… pero no se apure, siempre me pasa.
-¿Siempre la falla la vista?
-¡Noooo!… ¡siempre confundo las chichis con las nalgas!
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¡Ah zonzo!..
Hace tres días que no veo a la de Rojo y ando nomás con el chile parado.
¿Cómo?… ¿Qué?
¡Ah gente tan cochambrosa!
Tengo un carrito, un bocho color verde al que el mecánico le puso el chile… así como ustedes le ponen el palomo a su carro blanco… o el cuervo a su carro negro… el mío se llama el chile, porque es verde.
¿Entendemos?
Y solamente lo uso para darle raid a La de Rojo cuando va al mandado, o a la estética… ¡a donde quiera!
Y desde que no la veo, no se mueve el carro… ¡ahí ta parado!… ¡parado mi chile!
Pero bueno, ya que en esos temas andamos, el bato aquel llega con el médico, sin decir agua va se abre la bragueta, mete la mano y saca su asunto…
-¡Mire doctor!… no sé qué me pasa… ¡tiene tres días enderezado!… ¡tres días! y nada que se baja… ¿qué me puede dar?
-Pos orita de repente nomás traigo 200 pesos, pero si me da chance de ir al cajero le completo 500.
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