Una gira de trabajo para que le junten acarreados que escuchen el encendido discurso de la Presidente…
Para que le regalen aplausos comprados.
Para que se tomen selfies y le canten.
¿Eso es una gira de trabajo?
Tienen razón, eso lo hicieron todos los presidentes anteriores; a eso le llamaban gira de trabajo.
Y la verdad, no recuerdo mucho de auténtico trabajo en esas giras, excepto la que hizo Salinas de Gortari a Nuevo León después del Gilberto…
O la de Calderón después de la tragedia del Royale.
O la de Zedillo después de la devastación en Chiapas y Tabasco en el 97…
Pero hoy en día no tenemos emergencia climática en Nuevo León.
Y para romper la mala costumbre de lo que otros hicieron, me encantaría una gira que busque solución a las tormentas que sí vivimos los nuevoleoneses.
Que salga a recorrer la autopista a Reynosa sin escoltas… que se pare a tratar de subir a un camión de los que van a Ciénega a las seis de la tarde… que se suba a un Ecovía en la estación Mitras.
O que mande ella a los ayudantes a hacerle esa chamba y regresen con informes de lo que cada ciudadano pasa.
Por lo pronto, no está en la agenda, pero tiene reunión privada sobre el tema de seguridad.
Si lo hace con apretones, si lo hace con palmadas y arengas… ¡como quiera!
Pero será una gira de trabajo si vemos resultados.
Si los maleantes dejan de ser quienes vigilen las carreteras y las fuerzas del orden dejan de imponer el desorden.
Entonces sí… esto será una gira de trabajo y no otra más de las que ya cansan.