Hay un Festival Santa Lucía Fabuloso… sin promoción.
Hay una Sinfónica de la UANL maravillosa… sin promoción.
Hay una Escuela Superior de Música y Danza excelsa… sin promoción.
La naquencia de nuestro gobierno y nuestra clase gobernante en general es dañina.
Entiéndase por naquencia ignorancia… vulgaridad…
No puede ser sensible quien considera arte los berridos de los reguetoneros y los mugrosos de corridos tumbados.
Alguien tendría que incluir en el presupuesto, además de recursos para la educación, recursos para promover y para llevar a las escuelas de todos los niveles y todos los rincones, nuestros excelsos recursos culturales que viven escondidos en una cajita a la que solo acceden unos cuantos privilegiados.
El espíritu de Vasconcelos puede salvar a este país que está muy cerca de quedar a la deriva.
¿Quién toma la batuta?