Se preocupó más por romper reglas gramaticales, para hacer sentir su fuerza… que en romper el intento de su antecesor por seguir con el control en sus manos.
Lo que no se pronuncia no existe, dijo…
El problema es que ella obliga a todos a pronunciar LA PRESIDENTA en ve de hacerlo correctamente: LA PRESIDENTE.
Todos los agachones lo pronuncian como ella ordena…
El problema es que ella no se pronuncia a sí misma.
No se pronuncia ni hace llegar su mensaje al Senado: No va Rosario Piedra a Derechos Humanos.
El que se pronuncia es el vejete ladrón… el que impone su voluntad es el vejete ladrón…
¿De qué sirve doña Claudia que miles de agachones pronuncien incorrectamente su cargo por mandato de usted?
¿De qué sirve?
Si usted no se pronuncia a sí misma.
Y como usted lo dijo: «Lo que no se pronuncia no existe».
Es decir, mientras usted no se pronuncie…
USTED NO EXISTE…