Con aquella frescura, López Obrador dice sin ruborizarse que el sistema de medicina pública de nuestro país ya es mejor que el de Dinamarca.
Digo yo: ¿Merece algún comentario o debate una sandez de ese tamaño?
López deja a México al borde mismo de un precipicio, con un déficit fiscal histórico, con PEMEX boqueando en una camilla, con la Comisión Federal de Electricidad que nos lleva a la edad de las cavernas.
Con todo México que paga piso a los criminales que controlan los medios y rutas de producción agrícola.
Usted y yo lo sabemos…
Lo sabe la persona que acude al IMSS y tiene meses de no encontrar medicamentos.
No vale la pena gastar dos neuronas en burlarnos o en evidenciar las mentiras de ese loquito peligroso.
Nos queda aguantar la respiración y apoyar a las instituciones que se pusieron en marcha para evitar que pase su Reforma Judicial.
Unirnos a las marchas de estudiantes que se multiplican por todo el país… porque al pueblo que sale, pero sobre todo a los estudiantes… ¡a esos sí les tiene pavor el vejete oje…roso!
Llegó la hora del pueblo… la hora de aguardar a que las fuerzas internas empujen y acaben con esa amenaza, y que si no fuese mucha molestia, los gringos hagan lo suyo.