Hace 25 años, en Venezuela había niños de 6 años quienes tenían una vida con vacaciones cada año, con juguetes en diciembre y paseos semanales.
Cierto, también había niños pobres con escasa comida en casa, con ropa desgastada y muy pocos caminos hacia el éxito.
Entonces llegó Hugo Chávez y prometió borrar la corrupción…
Persiguió, asesinó y obligó a emigrar a miles de opositores, quienes veían una desgracia en sus políticas estatistas, de regalo de dinero y desaparición de Poderes que hicieran contrapeso.
Todo lo que le estorbaba desapareció, gente e instituciones.
Ahora, la edad de los manifestantes en promedio, aquellos quienes exigen que Maduro se largue con su podredumbre Chavista, es de 32-34 años.
Chavales que tenían nueve o siete años cuando aquello comenzó.
Son los niños a quienes se les arrebató la vida…
Nietos de aquellos comodinos muertos de hambre, que por un mendrugo condenaron a sus nietos a la peor de las miserias.
¡Veinticinco años después!
Hoy mire usted a esta sociedad hambreada y comodina que por 3 mil pesos entrega a sus nietos, que compra mentiras, que mira a los criminales matar, acosar, perseguir a ciudadanos productivos y dirige la vista hacia otro lado.
López busca lo mismo que Chávez: Desaparecer el Poder Judicial, desaparecer el Legislativo y desaparecer el instituto Electoral, además de los organismos autónomos que vigilan la actuación del gobierno.
Y los abuelos muertos de hambre, indignos de la distinción de tener nietos, venden su futuro, el que no tienen, por una miserable pensión, que al igual que en Venezuela, se volverá humo muy pronto.
¿Pasarán 25 años para que esos nietos se rebelen como lo hacen en Venezuela?
Chávez cambió y se apropió del Instituto Electoral… ahora es imposible que a los asquerosos chavistas se le gane una elección limpia, si ellos cuentan los votos.
En 25 años MORENA volverá a perder… pero no va a reconocer la derrota.
Tendrán que salir esos niños de seis o siete años, convertidos en jóvenes valientes, a tratar de recuperar la libertad que vendieron sus abuelos.
¿Por qué repetir la historia?
¿Por qué no volver a inundar las calles, bloquear los congresos y evitar que pasen esas reformas anticonstitucionales y antidemocráticas?
Veinticinco años…