Hay cosas que carecen de todo sentido, como comparar un Jumbo 747 con una Cessna… es cierto, los dos vuelan, pero no en los mismos cielos ni en las mismas distancias.
Caer en el juego de un falso debate entre Claudia Sheinbaum y Ernesto Zedillo no tiene un solo punto de asidero… cierto, como el Jumbo y la Cessna, los dos vuelan, pero hay niveles.
No es lo mismo ser una doctora especialista en estufas de leña, que un doctor en Economía, catedrático en Yale.
No tiene sentido…
A la doctora Sheinbaum le va perfecto el debate con Pedrito Solá, el de Ventaneando… ¡claro!, puede tacharlo de ignorante, cosa que por cierto, Zedillo se negó a decir literalmente sobre la Presidente actual, aunque la mostró como tal.
La 4T se niega terminante a lanzar acusaciones contra el Presidente que, a mi juicio, es el más corrupto de los recientes 50 años… Peña Nieto.
Nada sobre Salinas…
Le interesa a ese mamotreto de Movimiento de Regeneración Nacional, acabar con instituciones o personas que gocen de mejor prestigio que ellos.
López acabó con el Ejército que tenía el 85 por ciento de confianza de los mexicanos… ¡nadie por encima del Presidente.
Luego se fue sobre Calderón, el Presidente que acabó con la amenaza de los zetas, aquel sanguinario grupo criminal que gobernaba a México en el 2006.
Las cifras son contundentes… tampoco hay manera de comparar o debatir entre Calderón y López Obrador, hay niveles.
Calderón libró al país del crimen organizado como fuerza paralela, y López Obrador le devolvió la vida y el poder a los criminales.
No hay vuelta de hoja.
No es la violencia, sino la exigua paz de la que todavía gozamos, la herencia de Calderón.
Zedillo recibió un país postrado, hecho pedazos por la madre de todas las crisis financieras… aquella cuya oscuridad nos impedía ver un destello de luz… y lo entregó con la mejor inercia económica desde tiempos de Ruiz Cortines.
Sheinbaum recibe a un país que precariamente se mantiene en pie, pero ella se encarga con gran éxito, de tumbarlo de una buena vez.
Así que entrar al debate… o comentar la los podridos y retorcidos intentos por relacionar a la familia de Zedillo con actividades criminales, es meramente el estilo cuatrero de jalar hacia el chiquero a todos sus adversarios.
Son inteligentes… ahí juegan siempre de locales.