Venancio y don Pepe fueron a un mercado en la colonia Alianza.
Mientras recorrían se toparon con un tipo que tenía un cotorro, y el cotorro hablaba.
-¡Jodé muchacho!… me tenéis que vender ese avechucho.
«No don… este no lo puedo vender, porque fue un regalo de mi madre; pero si quiere le vendo este otro… nomás que todavía no sabe hablar «
Aquello que le enseñó no era un cotorro, sino un tecolote…
-Oye muchacho… ese que me ofrecéis se ve algo diferente.
«Es que está pollón… por eso tampoco habla, hay que enseñarle, hay que repetirle las palabras muchas veces hasta que aprenda»
-Jodé… está bien, me lo llevo.
Y se lo lleva por la bicoca de mil 500 pesos…
Como a los tres días don Pepe va a visitar a don Venancio y lo encuentra hablando frente al cotorro, repitiendo palabras y abriendo bien la boca para que el ave aprendiera.
-¿Qué tal que os va Venancio?… ¿ya aprendió a hablar el avechucho?
-¡Aún no Pepe!, pero ya no tarda, porque el pajarraco pone mucha atención… ¡mirad los ojos que pela y sin parpadear!
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¡Eso de defraudar es algo muy feo!
Frase célebre de Sam Garcea.
Y nos vamos con éste…
Un enanito va con el peluquero y el fígaro le pregunta…
-¿Le corto sus patillas?
«No… ¡porque me arrastran los huevillos!
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