No era necesaria la descortesía… pero sí una clara definición de lo que el empresario nuevoleonés clama: Seguridad.
Los empresarios muebleros, restauranteros, acereros, cerveceros… ¡todos!, sufren por la inseguridad en las carreteras.
Ni media palabra…
A los empresarios de Nuevo León no les duelen los aranceles que son todavía una amenaza; les duelen los aranceles que sí cobra el crimen organizado.
Ni media palabra…
Las cifras alegres de la Presidente fueron recibidas con cierta indiferencia; solamente dos aplausos, tímidos por cierto, a su aburrido discurso.
Ella viene a decir que estamos en inmejorables condiciones…
Ellos callaron, por cortesía-o por miedo-, y se fueron con las mismas que llegaron.
Por lo menos ahora no les desairó.
No pido que vuelva el espíritu de Vidaurri o el carácter de Ricardo Margáin.
Nomás tantita dignidad.