EN GUADALUPE EL diagnóstico es acertado: Se trata de pandillas locales que pelean por el control de la venta de estupefacientes.
No hay manifestaciones preocupantes de cobro de piso, hasta ahora, excepto en algunas colonias en las que se lo aplican a los depósitos.
Hay riesgo alto, eso sí, porque hay demasiadas armas en poder de los hediondos… y demasiadas son miles.
Guadalupe ocupa el nada honroso primer lugar en la estadística de daños colaterales, más inocentes heridos o muertos en ataques contra un rival en la lucha de pandillas.
Y eso se debe a que hay demasiadas armas y demasiados imbéciles en poder de esas armas.
AHORA BIEN, SOLUCIONAR el problema pasa desde luego por ir sobre las armas.
Usar la Inteligencia para saber en dónde se proveen estos criminales.
Esa información la tienen policías municipales, y desde luego, también la tiene Fuerza Civil… saben que en las colonias residenciales «de arriba» hay dos o tres bodegas que controlan la venta de armas sin registro.
¿Quieren arreglarlo o quieren hacer como que arreglan?
Lo sabremos pronto.