DESPUÉS DEL CRIMEN EN LA ZONA DE CALLEJONES en donde un mensajero fue el objetivo, alguien que trabajaba para los encargados de la zona, las cosas parecieron entrar en una etapa de tensa calma en la zona limítrofe de Monterrey con San Pedro.
Pero el nuevo ataque en contra de los tripulantes de un vehículo de altísima gama enciende otra vez las alertas.
Los grupos que pretenden entrar al jugoso mercado sampetrino aceleraron las cosas y fueron tras un objetivo que pudiera desencadenar una serie de actos de violencia en respuesta.
La víctima tiene a muchos afectos y cercanías… se verá en no mucho tiempo.
ANTE TODO ESTO QUEDA EN CLARO QUE SON autoridades locales las que deben entrar en acción para evitar más daños y un calentamiento de la zona.
No hay intención en estos tiempos de la Federación de hacerse cargo de una posible guerra de pandillas.
Por fortuna, San Pedro y Monterrey tienen los recursos y la capacidad.
