Lo bueno es que la doctora Sheinbaum le da a García Harfush libertad para accionar en contra de los cárteles criminales.
Lo malo es que el vejete perverso dejó a la Secretaría de Seguridad Pública atada de manos en medio de la selva.
Harfush bordea la frontera del ridículo cuando Sheinbaum, inepta en temas de seguridad, lo manda a Sinaloa a pacificar y los criminales se burlan… matan a sus colaboradores y arrecian las ofensivas.
La doctora Sheinbaum debiera salir del tema, ella no sabe.
Harfush debe establecer cuanto antes su Estado Mayor, su consejo de guerra y su estrategia.
Porque no tiene policía, la Guardia Nacional, corruptísima, quedó en manos del Ejército… del ala del Ejército cuyos generales se enriquecieron groseramente con López.
Pero hay buenos militares… los que fueron enviados a la banca por López y su gavilla, los que fueron despedidos, miles de buenos elementos de la Gendarmería que se integraron a cuerpos como el de Guanajuato y echaron en corrida a los maleantes del cártel obradorista, los mandaron a la zona limítrofe con San Luis y Zacatecas.
Si la presidente no se meta, Harfush va a lograrlo en un año… año y medio.
Si ella se mete… va a tardar el doble.
Si López se mete… no se logrará en un sexenio.
Así pues, la primer tarea es evitar que López se meta.
Luego la señora deberá confiar en que Harfush puede hacerlo sin ella, y sin mezclar decisiones operativas con imagen política.
El tiempo es oro.
