El valor surge en la desesperación…
En la comodidad no se aprecian los colmillos de los chacales que rondan.
¿Se burla el vejete ladrón de los cinco más ricos de México?
No solamente se burla… les orina encima.
Los hinchó de dinero en este sexenio, mientras los hijos de López pasaban a engrosar la lista de los más acaudalados… los ricos-ricos tuvieron oportunidades de medrar con las grandes obras.
Sufrió la clase media…
Sufrió el productor de limón… el de aguacate… el avicultor… sufrió el que tiene camiones urbanos…
Para todos ellos no hubo progreso, hubo sobrevivencia.
A todos llegaron los criminales para cobrarles cantidades groseras de piso… a todos los humillaron, les dieron tablazos y los pisotearon para quitarles la voluntad.
Las cosas no van a cambiar… no pintan para cambiar con Claudia.
Acaban de atacar a balazos al presidente del Tribunal Estatal Electoral de Tamaulipas porque a los hediondos no les gustó que anulara la elección de Nuevo Laredo, que con marrullería y media se adjudicaba MORENA.
Pero López sonríe socarrón…
«Que vengan los cinco más ricos a dar su opinión sobre la Reforma Judicial».
Esos cobardes hambreados… avaros y miserables, devoran los restos de los huesos del búfalo que les regaló ese perverso que despacha desde Palacio Nacional.
No saben que ellos van a terminar devorados.
No saben que firman el pacto para vivir agachados el resto de su vida para mantener su miseria humana en abundancia de dinero.
¿Y la clase media?
Sin defensores, la clase media está condenada a ser aplastada, a perder el privilegio de mandar a sus hijos a escuelas privadas en donde no les enseñen que nadie nace hombre o mujer…
La clase media condenada a perder el privilegio de progresar si se esfuerza.
La clase media se va de México o se condena a vivir en la nueva miseria institucionalizada.
A menos que despierte y se defienda…
Que impulse, que exija, que impida sesiones… que presione a senadores del PRI, del PAN y de MC para que no permitan el paso de las reformas del Plan C.
Que se rehaga… que vuelva a tomar las calles.
¿Otra vez?
Las veces que sea necesario.